A continuación, te invito a escuchar la versión gratuita y con pauta del Podcast ¡Yo Soy Imparable!, abordando la temática “¡Ten Paciencia y Aprende a Confiar en los Tiempos del Universo!”
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Transcripción del Podcast ✍️
El siguiente texto es la transcripción del audio del Podcast, generada por una herramienta de Inteligencia Artificial:
¡Ten paciencia y aprende a confiar en los tiempos del universo!
¿Por qué, porque estás de afán?
¿Por qué quieres lograr ese sueño, esa meta ya?
¿Por qué quieres que se materialice ya en estos momentos?
La vida siempre conspira a tu favor y quiere verte lograr tus más grandes sueños y metas.
Sin embargo, una de las claves es soltar, entregar, confiar en los procesos, en los tiempos, los tiempos de la vida, de Dios, del universo, que normalmente son diferentes a los tuyos.
Además, recuerda que lo que fácil llega, fácil se va.
En muchos aspectos de mi vida soy una persona impulsiva.
Ahora, en otros es todo lo contrario: suelo ser muy mental, estratégico y yo creo que muchas personas me considerarían una persona fría.
He pasado los últimos 10, 12 años desde que ingresé al tema del crecimiento personal y cada vez con mayor intensidad, buscando un balance en estos temas.
Sin embargo, casi siempre es la parte impulsiva la que me trae la mayor cantidad de problemas o mejor dicho, con la que más fácil me autosaboteo.
Son múltiples los ejemplos que puedo traer y que recuerdo de cómo ese afán que yo tenía por ver el resultado ya, porque lo necesitaba ya, y muchas veces ignorando los mensajes, las señales que me enviaba la vida y que me decían que no era por ahí, que tuviera paciencia, que me ha llevado a dañar el resultado, el resultado que quería o por lo menos lo que de alguna manera había visualizado tanto mi mente y ego, lo cual pues obviamente a su vez me trae decepción.
La oportunidad que la perdí porque no era el momento, porque decidí que tenía que ser ya, la relación, relación de pareja, la amistad, porque también quería que fueran mis términos y no en el tiempo que debía ser.
Tantas, pero tantas veces que por impulsivo desperdicié dinero, compras impulsivas, compras que acabaron en la basura, cosas que no necesitaba y bueno estos son sólo unos cuantos ejemplos de esa impulsividad.
Y en los casos en que de pronto esa impulsividad aparentemente me sirvió, que me trajo el resultado que yo quería, o que yo creía que quería, en casi todos los casos, pues, te puedo decir, especialmente las que eran metas grandes, metas medianas, me decepcioné, me decepcioné fácilmente porque como llegó tan fácil, como tan fácil, un reto muy sencillo, no lo aproveché y no valore esa situación, no valore quizás lo suficiente a esa persona.
Al inicio de este episodio en el preámbulo lo inicié con dos preguntas que las repito en este momento.
Uno, ¿por qué estás de afán?
Y dos, ¿por qué quieres lograr ese sueño y esa meta ya?
Te invito a que por favor reflexiones un momento en estas dos preguntas, aparentemente sencillas, pero que tienen una gran profundidad y si lo requieres te invito a que pauses en este momento el audio.
Este es un ejercicio que siento yo que es importante, que es algo que a mí me ha servido, para que lo realices cada cierto tiempo, cada vez que estés con esa impaciencia, cada vez que sientas que las metas no se están logrando, que es que no se están dando tus tiempos y te insisto cuando hablo de tus tiempos es lo que te dice tu mente y tu ego.
Es importante tomar esa pausa y entender, bueno, ¿a qué se debe esta impaciencia?
Porque usualmente, y esto cada vez es más cierto en una sociedad y en nuestras vidas que son regidas por la velocidad del internet, de las redes sociales, vamos a kilómetros por horas, a millas por horas y que muchas veces eso nos lleva a una impaciencia que en vez de traernos paz nos trae aún más impaciencia, nos hace sentir en algún nivel que como que bueno hemos perdido el rumbo.
Hace unas cuantas semanas vi unas frases que compartieron dos cuentas de Instagram, que de hecho es bastante particular como funcionan los algoritmos de estas redes sociales, porque eran cuentas que yo no seguía pero de alguna razón el algoritmo de Instagram más o menos sabe lo que me gusta y me la recomendó, fue recomendación de su algoritmo.
Y palabras más, palabras menos decían exactamente lo mismo: “El universo no tiene afán, el del afán eres tú“.
Y bueno, esta es una de esas frases que se ha popularizado, insisto especialmente con las redes sociales y es una frase sencilla, que para mí alberga mucha sabiduría y es de esas frases tan siento yo que es tan lógica que la mayoría de las personas simplemente la ignoramos.
Esta, esta frase resume también muy bien como ya decía nuestra vida moderna, hiperconectada, llena información en la que pareciera que las únicas constantes son la velocidad y la impaciencia de la humanidad, de las personas.
Como con todos estos mensajes en estos Podcast que yo escribo, pues mucho desde la primera persona, pero te quiero decir que esto lo hago simplemente para conectar y para que mires en tus casos particulares, con tu experiencia particular, con tus ejemplos particulares cómo puedes aprovechar este contenido y hacer cambios, la mayoría pequeños, para cambiar tu vida.
Ok, bueno, entonces en este momento te insisto con una de las preguntas con las que inicio.
¿Cuál es el afán?
Y bueno, acá puede salir cualquier cantidad de excusas, cualquier cantidad de razones, cualquier cantidad de bueno de razonamientos por los cuales dices, mira es que necesito este resultado ya, pueden ser temas mundanos, temas de pagar facturas, de proveer por tu familia, de que quiere realizar ese viaje, que de pronto te sientes un poco atrapado, un poco atrapada en tu lugar de trabajo, en el lugar en el que estás viviendo, que no te sientes del todo cómodo, incluso porque, y esto te lo digo desde mi experiencia, que estás como en una encrucijada porque por un lado como si estuvieras entre una roca y una espada, entre una roca y una espada no sabes mucho estás en un sitio muy incómodo y no es la salida y sabes que por lo menos, temporalmente, por unos días unas semanas por unos meses esa es tu realidad y que no puedes hacer nada al respecto y que al estar ahí es como si se te bajara la energía y como que cada vez es más difícil.
¡Lo sé porque lo viví!
Y ahí el tema es entender que esa es alguna lección que te está dando la vida, pero es cambiar la perspectiva.
Perfecto. estoy viviendo entre una roca y una espada, pero yo sé que lo va a encontrar la salida y sé que lo voy a trabajar.
Si va a tocar tener un poquito de paciencia, me va a tocar de pronto por esos días, semanas, meses, tragarme mi orgullo.
De pronto me toca redefinir y decir bueno, si estas son las condiciones, que no son las ideales, está lejísimo de ser lo ideal, cómo me reinvento, cómo innovo, cómo utilizo mi creatividad para, dentro de esas condiciones complejas, salir adelante porque esa es mi realidad ahora, pero eso no significa que sea mi realidad en unos días, en unas semanas, en unos meses, porque tengo la capacidad de transformar cuando en la vida te “están pasando” este tipo de cosas y están pasando, lo digo entre comillas, porque en algún momento, en algún nivel, así no seas consciente en este momento, lo elegiste.
Entonces, tienes toda la capacidad, tienes todo el poder sobre lo que va a ser, bueno, tu presente es el resultado de tus decisiones pasadas, pero también está tu futuro y tu futuro todavía está por definir, no hay nada escrito y por más dura que sea esa situación, puedes empezar a cambiar esa perspectiva.
Claro, nuevamente, teniendo paciencia, entendiendo que tienes que actuar masivamente porque estás buscando un resultado físico.
No puedes solo, por ejemplo, dedicarte a meditar.
Eso seguramente te ayuda a traer paz mental, pero tienes que actuar en el mundo físico para que los resultados en el mundo físico se den.
Es confiar en los tiempos, en los tiempos de Dios, de la vida y el universo, entendiendo y reconociendo que si eso que estás buscando vale la pena, si es una meta grande, es una meta incluso mediana, pues va a tomar tiempo.
Tienes que confiar en tu capacidad, en que sí, seguramente te vas a equivocar, vas a encontrarnos obstáculos porque así es la vida, pero confía en que los vas a poder superar, confía en las otras personas que uno está solo, no está sola y otras personas y también confía en que Dios, el universo y la vida te van a ayudar para que logres todo eso que estás buscando, esas grandes metas y esos grandes sueños.
Y recuerda repítelo todos los días, tres veces frente al espejo, con total fe, confianza y convicción, sabiendo que es cierto porque así es: ¡Yo Soy Imparable!
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Recuerda, ¡eres imparable!
Y no dejes de repetirlo: ¡YO SOY IMPARABLE!