No es extraño que nuestras vidas estén llenas de situaciones, personas y decisiones que fueron elegidas por otras personas.
Te invito por un momento a revisar qué situaciones, personas y decisiones que son o hicieron parte de tu vida, fueron elegidos por otros, como parte de sus sueños y no de los tuyos.
Entre otros, ¿trabajas en lo que realmente es tu pasión y misión de vida?
Si no es así, ¿por qué trabajas en lo que trabajas?
A nivel de pareja e hijos, así no los tengas en este momento, ¿es lo que soñaste o perseguiste ideas que aprendiste desde una temprana edad?
De forma similar, la invitación es a que revises los principales aspectos que hacen parte de tu vida.
Te invito a ver el siguiente video, en el que profundizo frente a esta reflexión, así como el rol del corazón y la importancia de silenciar mente y ego:
En la anterior reflexión seguramente encontraste muchos elementos de tu vida que te gustan y que no cambiarías por nada.
Sin embargo, si lo revisaste con sinceridad, seguramente también encontraste elementos que no son de tu total agrado.
¡Y eso está bien!
El objetivo final de este ejercicio no es solo que revises elementos que están en tu vida y que quizás los seguiste porque te lo dijeron o te lo enseñaron a una corta edad, sino que identifiques el poder que normalmente tiene tu mente y lo que otras personas dicen, y como estos han definido muchos aspectos en tu vida.
Un ejemplo sencillo está con la pareja y los hijos.
¿Tienes pareja y/o hijos?
¿Por qué si o por qué no?
Muchas personas que han tenido hijos lo hicieron por que era parte de lo que la sociedad y su familia esperaban de ellos.
Sin embargo, se dan cuenta que ese no era realmente su sueño, y que de haber podido “elegir”, habrían ido por otra ruta.
Lo digo de esa manera, pues muchas veces es tan fuerte el qué dirán y el poder de la mente, que nos convencemos de que no existen otras rutas, y casi siempre, ¡las hay!
En mi caso, yo siempre quise tener hijos, varios, y ya tengo el primero.
No me imagino cómo sería mi vida sin él, y sé que a futuro vendrán más; es mi decisión, de algo que seguramente aprendí de mis padres y la sociedad, pero con lo cual coincidí e hice parte de mi sueño de vida.
Y habría sido perfectamente válido decidir todo lo contrario, independientemente de lo que el resto esperaba de mí.
¡Vive por ti, no por lo que los demás esperen de ti!
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Recuerda, ¡eres imparable!
Y no dejes de repetirlo: ¡YO SOY IMPARABLE!