¡Las puertas NUNCA se cierran, solo se abren!

¡Las puertas NUNCA se cierran, solo se abren!

A continuación, te invito a escuchar la versión gratuita y con pauta del Podcast ¡Yo Soy Imparable!, abordando la temática “¡Las puertas NUNCA se cierran, solo se abren!“:

Te invito a suscribirte a la versión sin anuncios comerciales y la versión extendida en Patreon.com.

¡Inicia hoy tu prueba gratuita!

 

Transcripción del Podcast ✍️

 

El siguiente texto es la transcripción del audio del Podcast, generada por una herramienta de Inteligencia Artificial:

 

¡Las puertas nunca se cierran, solo se abren!

¿Cuándo fue la última vez que una puerta, una oportunidad se cerró?

Ahora, más importante aún, ¿cuándo se abrió una puerta?

En tu vida se abren y cierran puertas todo el tiempo.

Y te aseguro que es más lo que se abren, las que se abren, que las que se cierran, solo que te sueles enfocar en lo negativo.

Cuando mi primer gran emprendimiento, mi primera gran empresa quebró, fue un golpe durísimo.

Mientras me levantaba y me reinventaba, busqué activamente varias oportunidades, incluyendo un trabajo con una de las consultoras más grandes a nivel mundial.

Durante el proceso de selección que es bastante estricto, es bastante largo, iba bastante bien.

Y en el último paso, en el último momento, sentí que me pusieron una piedrita en el camino, hasta que me hicieron trampa.

Y era como si se hubieran estado cerrando una puerta tras otra, desde esa quiebra hasta este tema con la consultora y en ese momento qué duro fue o más bien, en ese momento lo interpreté de esa manera.

Finalmente acabé trabajando para un banco, que era algo muy lejano a lo que había estado pensando, a lo que yo deseaba, sin embargo hoy entiendo que todas esas puertas que se cerraron y esa aparente puerta pequeña del banco que se abrió, todas fueron una bendición porque fue gracias a que no trabajé con esa consultora, a que se quebró mi empresa, ya que trabajé con ese banco que inicié una serie de cambios paulatinos en mi ruta que hoy me tienen aquí.

Y se iniciaron sin saber que eso iba a suceder.

Te pregunto, ¿te ha sucedido algo similar?

Vivimos en un mundo llamémoslo “fatalista“.

Y esa es la realidad con la que viven, conviven casi todas las personas.

Y esto hace parte de una elección, de una elección colectiva.

Vemos noticias, no entendemos entre otros el para qué de los obstáculos en nuestras vidas y nos convencemos aún más y más de esta realidad fatalista.

Para quienes viven en un mundo así, se enfocan naturalmente principalmente en lo negativo, cuando ellos y ellas se centran en ver las puertas que se cierran, los vasos medio vacíos, los problemas, los dramas, los obstáculos y más.

Ahora, esta no es la realidad, esta es una realidad que nos hemos inventado, repito, de manera colectiva y que la mayoría de las personas nos hemos convencido que esa es nuestra realidad, que así tenemos que vivir.

Porque por más “problemas”, problemas entre comillas que existan, guerras, violencia, y más de las cuales sabemos y de las cuales no podemos ser ajenos a su existencia, tenemos la facultad de cambiar la visión del mundo y la forma como lo interpretamos.

Entendiendo que al final del día todo es perfecto, así no sepamos su por qué ni su para qué, incluyendo esta visión fatalista, las guerras, la violencia y demás, puedes darle un vuelco a tu realidad.

Es un tema más que todo de percepción mental y si quisieras, en un segundo así, lo puedes transformar.

Sé que en la práctica para casi todas las personas esto va a ser mucho más complejo, es un proceso de ir y venir, de momentos buenos y de otros negativos.

Lo importante es que la mayor parte del tiempo pienses y te enfoques en lo que deseas, en las oportunidades y en la creación de tu mundo increíble.

Tu realidad va a empezar a cambiar si lo haces, y lo seguirás siendo siempre y cuando tú lo permitas.

Empezar a cambiar esa visión, esa forma como interpretas al mundo y su realidad.

De modo que si una puerta se cierra no es así, es un mensaje, un pequeño empujón que te está dando la vida para que te lances y que cambies la ruta por la cual te va a llevar directamente a tus sueños.

Retomo e inicio esta segunda parte del podcast con un ejemplo común.

En este ejemplo común, por ejemplo, imaginémonos que estás pidiendo algo a nivel profesional, algo que a muchas personas nos ha pasado y vas a ir pasando por el resto de la humanidad.

Tiene que ver quizás con tu trabajo, con el dinero que recibes, con tu libertad financiera o similar.

Pensemos, supongamos que trabajas como un empleado, como una empleada en una gran empresa, en un lugar que sí te está dando el sustento económico para pagar tus gastos, los de tu familia, lo básico y pensemos que un poquito más, te trae paz por lo menos a nivel financiero.

Pero en el fondo sabes que no es tu trabajo ideal ni mucho menos el misional, y tampoco encajas del todo con las directrices y la visión que tiene esa organización, no te llama la atención ni lo que hacen ni cómo lo hacen.

Con total sinceridad, sabes que estás en el lugar equivocado, pero no renuncias porque sabes que no va a ser tan fácil conseguir otro trabajo, porque te da miedo perder ese sustento económico por el que dirán entre muchas otras razones dado que esto lo sabes, lo sabe tu corazón, lo sabe tu alma y que seguir ahí trabajando con ellos probablemente de manera automática inconsciente te está alejando de tu sueño y en algún nivel sabes que más temprano que tarde se te va a cerrar esa puerta, esa puerta de ese trabajo o tú la vas a cerrar o alguien te la va a cerrar para que se abran otras puertas mucho más relacionadas a tu sueño.

Entre otros, pues que te hagan la situación laboral tan desesperante, insoportable, que la única decisión que puedes decir es de renunciar.

Y si aún así no escuchas el llamado, no renuncias, no vas tras tu sueño, lo sigues ignorando, algo va a pasar que te hará salir de ahí.

En el mejor de los casos va a llegar una propuesta de trabajo que podrás tomar en la que todo se va a alinear y saldrás de esa empresa de la mejor forma posible, pero lo más probable debido, llamémoslo a tu terquedad, es que te van a forzar a salir, te despedirán o simplemente no te van a renovar el contrato.

Esto suena fuerte, es una situación dura, pero te lo digo, es la vida apoyándote.

Necesitas ese sacudón, llamémoslo que sea, ese trauma, para que despiertes y reconozcas quién eres, tu amor propio, que eres merecedor, merecedora, y que no te puedes ir conformando con las migajas que otros te ofrecen, en este caso, a través de este trabajo.

Cuando llegue eso, pasa el duelo, llora, grita, maldice, pero esto llegó por y para ti, así que agradécelo.

Y ahora reconociéndote, busca la puerta gigante que ya está abierta y te está esperando, pues ya no te conformas con las migajas.

Y esto sucede en cualquier otro elemento de tu vida, no solo lo laboral, en la educación, a nivel de familia, de parejas, de viajes y demás.

Las puertas no se cierran, solo son el camino que te llevan a las puertas que te corresponden y donde están las grandes oportunidades.

Para finalizar, hoy puedes tomar una importante decisión: ¡Hoy decido que será un día increíble!

Y recuerda repítelo todos los días, tres veces frente al espejo, con total fe, confianza y convicción, sabiendo que es cierto porque así es: ¡Yo Soy Imparable!

 

🚨🚨 ¿Ya conoces el libro ¡Yo Soy Imparable!? 🚨🚨

Tal como menciono en este episodio, puedes conocer más acerca de esta y otras temáticas, además, con herramientas para transformar tu vida, en el libro ¡Yo Soy Imparable!

Conoce más ingresando a www.yosoyimparable.com.

 

Suscríbete a la Versión Gratuita del Podcast 🎧

Por favor suscríbete a este Podcast en los principales directorios, incluyendo a YouTube, Spotify, Apple Podcast, Deezer, Amazon Music, iHeart Radio y TuneIn Radio.

Y como ya había mencionado, también están disponibles la versión sin anuncios comerciales y la versión extendida en Patreon.com.

Te invito a conectar en Redes Sociales: Instagram, YouTube, TikTok, Facebook, Threads, LinkedIn, Twitter.

Si tienes preguntas, por favor envíalas al correo [email protected].

 

Recuerda, ¡eres imparable!

Y no dejes de repetirlo: ¡YO SOY IMPARABLE!

¿Necesitas ayuda?
Scroll to Top