Las Puertas de las Oportunidades NUNCA se Cierran, ¡solo se Abren!

[#11] Las Puertas de las Oportunidades NUNCA se Cierran, ¡solo se Abren!

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En esta página, podrás ver y escuchar el episodio No. 11 del Video Podcast Desconéctate, (Re)Conéctate & Crea Tus Resultados, titulado “Las Puertas de las Oportunidades NUNCA se Cierran, ¡solo se Abren!“.

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Video del Episodio 📽️

 

Audio del Episodio 🎧

 

Transcripción del Podcast ✍️

El siguiente texto es la transcripción del audio del Podcast, generada por una herramienta de Inteligencia Artificial, por lo cual puede contener errores en su redacción y ortografía:

Todas las personas hemos estado ahí. La oportunidad que buscábamos no se dio, pero ¿por qué era tan claro que que eso era para mí? ¿Eso que pensamos que fue como como si se hubiera cerrado una puerta? Nunca es así. Aparentemente, es un cierre, pero si no pudiste ingresar por esa puerta de la oportunidad, es porque la vida te tiene algo mejor en camino. ¿Cuándo? Pueden ser días, semanas, meses o años, pero llegará si lo quieres, lo trabajas y tienes paciencia, porque lo cierto es que las puertas nunca se cierran, solo se abre. Hola, ¿qué tal?

¿Cómo estás? Te doy las gracias por estar viendo y o escuchando este episodio del video podcast Desconéctate, reconéctate y crea tus resultados. Nuestras sociedades, nuestras culturas, nos enseñan a priorizar la gratificación instantánea, las metas que son rápidas de las que podemos percibir de forma veloz a través de alguno de nuestros cinco sentidos. Y aunque también se nos habla del tiempo, de la paciencia, de construir poco a poco, frecuentemente fallamos en hacer lo necesario para lograrlo. Es como en en muchos deportes profesionales, y y piensa, por ejemplo, en el en el fútbol profesional es es bastante usual que cuando los equipos no están dando los resultados, si han perdido unas cuantas fechas, no es extraño ver y escuchar en las noticias que el técnico fue despedido.

No tienen paciencia, pero pero la vida en general no debería ser así. No deberíamos criticarnos por no lograr esas metas rápidamente, porque lo cierto es que el camino es largo y, como dicen por ahí, existe la revancha. Es más, yo pienso que no deberíamos hablar de no lograr las metas, sino más bien de algo como por este camino no fue, buscaré otra forma para lograrlo. Ego y mente son vitales. Sin ellos no estaríamos acá porque nos han traído y nos han traído acá como humanidad, como sociedad, pero también con mucha frecuencia nos juegan malas pasadas, dejamos que nos jueguen malas pasadas.

Mente y ego que la los estoy separando, algunos hablan de que es lo mismo, yo en este episodio los estoy separando, y voy a hablar hablan de que es lo mismo, yo en este episodio los estoy separando. Y voy a hablar específicamente del ego que nos llevan a a lograr metas, o queremos lograr metas, como lo hemos planeado, de una manera muy precisa, muy específica, en unos tiempos muy precisos, y de alguna manera se disgustan y nos hacen disgustarnos cuando eso no sucede. Son impacientes o se están saboteando. Pero pero insisto en algo que que ya dije para cambiarle un poco el sentido a esto y empezar a asumir responsabilidad de absolutamente todo en nuestras vidas, y es que dejamos que nos autosaboteen.

Está bien y está muy bien definir lo que queremos, nuestros sueños, nuestras metas. Y entre más precisos sea especialmente esos sueños grandes, es mejor. Pues, la meta final, quiero esto exactamente, eso está muy bien. Sin embargo, esa ruta para lograrlo se te irá presentando y casi siempre va a ser muy diferente a lo que has estado planeando. Es más, aunque aparentemente esa ruta se vea larga, esa ruta por la cual te va a llevar la vida siempre será la forma más corta. Y aquí empieza a suceder algo bastante interesante que, normalmente, no caemos en cuenta, que, normalmente, incluso, vamos en contra de esto y hacemos que se dilaten los planes, y es que pensamos que nuestro plan es el mejor, que eso que ha concebido mente llego, que es así, es perfecto, especialmente para esos sueños, para esas metas grandes.

Pero la vida te dice, no, mira, yo sé que tú crees que eso es así, es así, es cortico y lo vas a lograr, pero no, no lo vas a lograr, esa no es la ruta. De hecho, si sigues esa ruta que tú crees que es la más corta, que es la mejor, no no vas a llegar a a a tu meta. No lo vas a saber porque en algún momento esa ruta se dañó, porque no lograste la meta, pero yo te estoy diciendo que esta ruta que aparentemente es más larga, es la idea. Y y vas a pelear, va a haber un diálogo interno, y es posible que en ese momento estés peleando recordando algunos de tus eventos pasados en los que no lograste esa meta o no la han logrado todavía.

Vas a pelear porque tu ego, tu ego no no le gusta sentirse maltratado. Pero, ¿cómo se te ocurre si es que esa era la ruta ideal? Y, de hecho, si estás trabajando ahorita hacia una meta y lo tienes planeado, no, pero es que esa era la ruta ideal. Entonces, vas a crear, vas a creer que sí. La vida lo que nos muestra, y a veces nos muestra con decepciones, con dolores, con con pérdida, es que cuando aprendemos a soltar el control, dejamos que que la vida fluya, que nos muestre el el el camino, van a aparecer obstáculos, pero van a ser unos obstáculos increíbles, porque esos obstáculos te van a estar mostrando el camino.

Si de pronto este es el punto de partida y esta es esta es la meta, pero no es una línea recta, por por llamarlo de alguna manera, ponerlo de una manera muy muy gráfica. De pronto la ruta es así y llegaste, y esa era la ruta más más corta cuando dejaste que que la vida fluyera, que la vida incluso te pusiera obstáculos. Y piensa y piensa los obstáculos porque los obstáculos también lo vemos como una decepción, lo vemos como algo negativo. ¿Y qué tal si la vida, el universo, dios, como tú lo quieras ver, que sabe más que tú, te está trayendo unos obstáculos que son al final del día unas bendiciones?

¿Qué esos obstáculos si son puertas que se cierran? Obstáculos que no te permiten avanzar por el momento, te están diciendo, oye, escúchame, amorosamente te lo estoy diciendo, es que es que ese no es el camino. De hecho, ese obstáculo, en esta ruta extraña que que pinté con mis dedos, ese obstáculo te está diciendo cambia ruta, no es por ahí, es una pista, es es es la pista que te está dando la vida para que te diga, mira, no es por ahí. Yo lo he dicho y lo voy a repetir un millón de veces porque creo en esto y y y si hay algo que he entendido en la vida, es es lo siguiente, dios, la vida y el universo, además de que te aman, conspiran a tu favor.

Entonces, cuando aparece esa puerta que se cierra, ese obstáculo, no es algo malo. Sí, puede que te duela, puede que piensas que estás perdiendo el tiempo, pero pero no, es que ese es ese es el camino. Es más, y esto también lo repito porque a mí me ha costado trabajo entenderlo y todavía a veces se se me olvida, y es el afán lo tienes tú, tú quieres las cosas rápido. La mayoría de las personas son muy pocas las que realmente tienen esa paciencia y han llegado a ese nivel, pero queremos todo ya. La vida, dios y el universo te dicen, ¿cuál es el afán?

Sí, yo sé que quieres cumplir esto, pero confía, suelta el control, que todo se dará, todo se alineará, todo tendrá una sincronicidad perfecta y se estará dando. La recomendación en este episodio es empezar a silenciar ese ego y esa mente, y a conectar, ¿con qué? Con tu corazón, con tu instinto, y cuando lo hagas, cuando empieces a soltar el control, que te olvides de los tiempos, de que es que todavía no lo he logrado, que es que me haciendo viejo, me estoy haciendo vieja y y no logras esa meta. Cuando sueltes eso y empieces a seguir ese ese camino que parece loco, que parece extraño, que parece más largo que lo que tú querías, lo cierto es que nunca, nunca te perderás.

Un un cambio que te invito a que apliques, bueno, por lo menos que lo analices, que lo consideres, y y que realmente llevará llevará bien bien hecho a una transformación grande en tu vida. Esa empezará, bueno, a aceptar que esos obstáculos y esas puertas cerradas realmente son bendiciones. Ahora, las puertas se cierran todo el tiempo, los obstáculos aparecen todo el tiempo, es parte es parte de la vida, es parte de, llamémoslo, una red muy compleja donde hay muchos factores, muchas personas, animales, situaciones de la naturaleza que además tú no controlas, nunca lo vas a poder hacer.

Entonces, cuando se cierra una de estas puertas, cuando aparece ese obstáculo que insisto es normal, tú tú tienes la decisión, lo vas a pelear, lo vas a sentir como algo malo, como algo desagradable, o por el contrario vas a decir, ok, esto esto qué me está diciendo, ¿Qué qué me está diciendo frente frente a mi vida? Y y nuevamente, puede ser algo que que que era inesperado, incluso algo que en su momento inmediatamente te te dolió, te sacó lágrimas, te hizo perder dinero, te hizo perder a una persona, pero que digas, ok, ¿qué fue lo que pasó?

¿Cómo cómo cambió esa situación aparentemente negativa a una positiva? Y y piensa en este en este término, es una situación aparentemente positiva, negativa, o incluso neutral. Tú y cada uno de nosotros es el que le asigna, mira, es que esa situación fue positiva, fue negativa o fue neutral. De entrada, es neutral, ni es buena ni es mala, es sujeta a interpretación, y tú decides qué interpretación le das. Entonces, si esa situación no se dio, si ese no era el camino, y empiezas a entender, mira, es que es que eso fue por algo, ok, eso es un crecimiento personal y que te empieza a mostrar realmente la ruta, y es cuando empezamos a a dejar fluir la vida.

Pero nunca, y lo voy a repetir nunca, nunca, nunca, el que se cierre una puerta, el que llegues a un obstáculo, significa que no vas a ir y no vas a poder lograr tus metas. Realmente, cuando una puerta se cierra es algo aparente y es algo temporal, de hecho. Y esto y esto seguramente lo has leído en textos religiosos, cuando se cierra una ventana es porque se abre una puerta. Y para mí eso es así, yo he entendido que eso es así. Si se cerró esa puerta, especialmente esa puerta que le tenían muchas esperanzas que era algo gigante, oye, no, realmente no se cerró nada.

Aparentemente, sí, más bien es como que hay una desviación en tu camino, es una pequeña pausa, porque más adelante hay una puerta muchísimo más grande que está relacionada cien por ciento con tu meta, que no sabes cuál es, que puede que te demores meses, años, quizás décadas en llegar a esa nueva puerta, pero realmente esa puerta que aparentemente se cerró es una bendición. Entonces, es tu interpretación, y ojalá empezaras a entender que esas puertas que se cierran no no no no es una puerta, es una es una desviación, es una señal. Un mensaje que me está enviando la vida para decirme, mira, por aquí no es.

Bien avanzaste en el camino, muy bien, pero te estoy poniendo esta piedra, te estoy cerrando esta puerta, porque es que es que por aquí no es. Y tú tienes la decisión, puedes seguir insistiendo, intentar derribar esa puerta, casi que, pues, dinamitar esa puerta, y puede que logres dinamitar esa puerta y que abra, pero por ahí no era. Cuando cuando llegan esas señales, sí, de pronto es bueno a veces golpear, insistir un poquito, porque, pues, es parte de la vida y, de pronto, se te abre. Pero si sigues golpeando y y no se abre, bueno, es que no era por ahí, nuevamente es una desviación.

Desde un punto de vista humano, normal, un un tema muy muy terrenal, no existe una forma para saber, bueno, por qué fue que se cerró esa puerta. Aunque también es posible que el día de mañana te lleguen pistas, y y te puede llegar la la respuesta precisa de qué fue lo que lo que sucedió. Lo lo he mencionado y lo voy a seguir mencionando porque me parece que el mensaje de este video es muy grande, y es la la graduación honorífica que tuvo Steve Jobs, creo que fue en el año dos mil cinco en Stanford, y él menciona, desconectando los puntos hacia atrás.

Entonces, él empieza a hablar de varias situaciones en su vida, algunas bastante duras, que en el momento en el que él vivió él Y y esto, ¿por qué me sucedió? ¿Por qué? Él no le decían estas palabras, pero ¿por qué fue que se cerró esa puerta? Solo años después, décadas después, fue que, ok, entendí. Todo tenía sentido, todo tenía sentido. Y y es casi en la vida, en el momento no entendemos, pero cuando miramos hacia atrás con calma, guau, qué afortunado, qué afortunada fui, mira esto que sucedió, porque si esto no se hubiera dado, yo no creo que estaría acá.

Incluso, en algún momento puede que reconstruyendo tu historia llegues a algo como gracias, gracias dios, gracias vida, gracias universo, porque ya entiendo meses, años después, que si hubiera entrado por esa puerta, no me habría ido bien. Así que gracias porque me salvé de de esa situación. La vida sabe más que tú, el universo sabe más que tú, salvé de de esa situación. La vida sabe más que tú, el universo sabe más que tú, Dios sabe más que tú. Y te insisto, siempre te van a apoyar, siempre van a querer que tú logres tus sueños, tus metas, especialmente esas gigantes.

Te apoyan desde lo más pequeñito hasta lo más grande, y están conspirando, en este momento, están conspirando a tu favor. Si estás viendo, si estás escuchando este episodio, es por algo. Puede que que esa puerta que se cerró te dé rabia, que que que te cuestiones, que te cuestiones ese ese por qué. Ahora, acá hago un paréntesis, de pronto la pregunta no es por qué, sino para qué se me cerró esa puerta. Esa es una pregunta mucho más poderosa. Así que, si estás con esa rabia, si todavía no lo entiendes, si te genera malestar, haz una pausa, respira y y recuerda y convéncete de si esa puerta se cerró fue por algo.

Es una bendición. Porque, por más que quisieras ir en este momento por esa ruta, créeme, no era lo que estabas buscando. Y si lo hubieras logrado, si lograras derribar esa puerta casi calafuerte, ¿sabes? Y logras esa situación, ese logro se te iría, sería un logro temporal. Así que, de ahora en adelante, créelo, vívelo, no existen las puertas cerradas en tu vida, solo mensajes y señales que te indican que ese no era el camino. Si escuchas, si dejas fluir entendiendo que que realmente solo existen esas puertas de bendiciones, esas puertas que se abren, vas a lograr tus metas, las más grandes, las mejores con las que siempre has soñado.

Es muy importante y, bueno, es una recomendación, a mí me ha servido. Aprender a conectar, ¿con qué? Con nuestro corazón y entender su increíble poder, que es mucho más grande que, bueno, que además es muy importante que que es bombear sangre por todo nuestro cuerpo. Eso es vital, pero se ha descubierto, empezamos a entender esto y ya hay algunas pruebas científicas de que el corazón tiene una función aumentada, por llamarlo de alguna manera, que que nos conecta con con la espiritualidad, con con el instinto. Y hay una película que que explica muy bien esto, se llama El poder del corazón, del director Drew Harriet, que es el mismo director de El secreto.

Al momento de hacer este video, esta película está disponible en la plataforma Gaia, te la recomiendo, recomiendo. Gaia punto com es como una especie de Netflix, pero temas de crecimiento personal, de nueva era, espiritual, hay muchas cosas, y está esta película en este momento, seguramente también está en otras plataformas. En esta película se analiza y se muestra un rol del corazón diferente, un rol, como decía, Grandado, y realmente una guía una guía para para lograr tus metas. Te recomiendo que la que la veas, que analices, incluso que investigues un poco más acerca de los de los experimentos, especialmente uno, que lo realizó una organización que se llama el Heart Matthew, que además la han replicado en otros lugares del mundo.

A ver si esto te convence y y te lleva a explorar un poco más el el el corazón. Esto es un proceso, no lo vas a lograr de la noche a la mañana. Yo ya llevo varios años en esto y apenas estoy aprendiendo. Yo sé que en algún momento futuro ese tipo de cosas se las van a enseñar a nuestros niños, y van a tener una ventaja frente a quienes somos adultos en este momento. Pero, por ahora, está esta información, es lo que teníamos que vivir, pero, definitivamente, el corazón es mucho más que lo que usualmente se nos ha enseñado.

 

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